El parque móvil en 2019

Un año peculiar para el parque móvil, porque coincidieron situaciones imprevistas con otras aceleradas, y no sucedió lo que se esperaba.

A finales de 2018 puse a la venta el BMW M3 E46 Cabrio. En un momento del mercado con los precios al alza, lo que ofrecía era una unidad en estado impecable, con poco kilometraje, al día de mantenimiento y campañas en Concesionario, y con neumáticos de calidad nuevos.

Se pusieron en contacto pocos curiosos; al contrario, el que escribía hacía preguntas concretas, propias del que sabe. Me llegaron contactos incluso fuera de España, y dedicaba parte de las noches, después del trabajo, a realizar y enviar las fotos de detalle que me pedían, y a responder interrogatorios digitales.

Finalmente, el primero que decidió verlo hizo una oferta razonable, para tristeza de los varios que aun se lo estaban pensando. Y desde entonces, mediados de Enero de 2019, no tengo un deportivo en casa.

Todo lo contrario ha sucedido con el Land Cruiser HDJ80. La publicación de los primeros anuncios, en Octubre de 2018, ha coincidido con el inicio de las restricciones de tráfico en Madrid; y hace años que la afición al todoterreno ha caído en España. Además, algunos indocumentados han criminalizado a los motores diésel, por lo que casi los únicos interesados en un vehículo de este estilo son quienes lo quieren para bajar de vez en cuando a Marruecos. Y ya tienen un coche para ello.

A pesar de las sucesivas bajadas de precio el HDJ80 sigue en casa. Y no será porque no han llegado respuestas a los anuncios. Eso sí, la mayoría de los supuestamente interesados seguían el siguiente patrón: correo electrónico comunicando el interés en el coche, preguntando si aun está a la venta, y solicitud de informaciones precisas o fotografías insólitas: hace cuántos kilómetros se cambió el aceite del diferencial delantero, fotos de los faros o de la salida de la transfer, preocupaciones diversas sobre posibles focos de oxidación, … Y nada más. Es decir, después de tenerme recopilando informaciones dispares o haciendo fotos de noche tirado bajo el Land Cruiser, nada. Ni una excusa sobre por qué se para la operación.

Me llamó la atención la escasa preparación de los interesados, al contrario que en el caso del M3: no se valora la dificultad y el coste de pasar el sistema de aire acondicionado de un coche de 1990 a R-134, o que sigan funcionando el techo eléctrico, el cierre centralizado y los cuatro elevalunas.

En absoluto esperaba esta dificultad en la venta, de modo que variaré la estrategia para cerrar la operación.

Por el lado de los turismos, siguió habiendo en casa un Toyota C-HR. El día a día de un coche plantea diferencias respecto a lo que suelen contar los informadores tras las pruebas apresuradas que hacen para las revistas de coches. Hace un año, en este blog, ya lo mencioné, y ahora insisto sobre otro punto: la impactante forma del montante C le da un cierto aire de coupé al C-HR, y camufla el tirador de la puerta trasera, además de dificultar enormemente la visión del conductor. Por fortuna, las dos unidades que he utilizado montaban BSM (“Blind Spot Monitoring”), el sistema que avisa de la presencia de otro vehículo en el ángulo muerto, y sus habilidades compensaban con creces las pegas de ese montante C.

A tiempo para el viaje del verano cambié el segundo C-HR por un Corolla cinco puertas 2019, igualmente con TNGA, solo que con el nuevo motor híbrido de dos litros y 180 CV, que tan buenas críticas había recibido en la prensa.

Para empezar, su comportamiento es distinto al de cualquier otro híbrido de Toyota o Lexus, sea de la generación que sea. Hasta ese momento, los híbridos por lo general funcionaban como eléctricos con baja carga y batería cargada, pasaban a ser térmicos cuando la exigencia era más alta o la batería estaba baja, y utilizaban los dos motores cuando el conductor solicitaba mucha potencia.

En este nuevo dos litros, la actuación no es tan lineal, y menos aun predecible. Puede ser solo eléctrico hasta velocidades más elevadas, aunque en ocasiones reserva la batería y desde el arranque se porta como un térmico. Y también tirar de ambos motores desde abajo. El otro cambio fundamental es que ha desaparecido casi por completo la sensación de resbalamiento de convertidor de par o de CVT, e insisto en lo de sensación porque los híbridos de Toyota y Lexus nunca han tenido ni convertidores de par ni sistemas CVT.

Con ello, el par disponible desde abajo es muy superior al de cualquier otro híbrido de las marcas, lo que arroja dos consecuencias. Por un lado, la conducción es más ágil, con arranques más rápidos y salidas de rotondas impensables hasta ahora. Y en carreteras de curvas, es hasta divertido. Y por otro lado, el mayor par disponible a bajo régimen permite acelerar menos, lo que conduce a rebajas sustanciales en los consumos. Si comparo el C-HR de 122 CV con el Corolla de 180, en los mismos recorridos a las mismas horas, los consumos bajan casi un 10%. Y de haberlos cronometrado, seguro que hasta mejoraban los tiempos.

Lo más destacado de la vida de la Orbea M50 de 2018 ya se contó en “Asignaturas pendientes: Aragón Bike Race 2019”, una pesadilla deseada que nos llevó a ambos más allá de los límites razonables. Antes de esa carrera, y como entrenamiento, disfruté de recorridos estupendos por ejemplo en la XXVIII Edición de La Clásica de Valdemorillo, que mezclaba paisajes atractivos, subidas desafiantes y bajadas con su dosis de miedo. Y para cerrar el año, manteniendo la tradición, la Ruta Imperial de El Escorial, que para 2019 cambiaba el trazado: en esta ocasión, había que subir por Robledondo hasta coronar Abantos, quedarse absorto arriba viendo el Monasterio a tus pies, y a continuación tirarse con mucha fe en los frenos. El resultado fue formidable, como para mantener la costumbre de tomar parte todos los años.

Un viaje otoñal a Canarias me situó al volante de un coche de alquiler, en el sentido más puro del término: un vehículo sencillo, sin cromados, sin llantas de aleación, con equipamiento justo y mucho plástico. Eso sí, un vehículo honesto, porque ofrecía lo necesario para moverse por una isla pequeña y con un coste bajo.

Llamaba la atención la cantidad de guarnecidos ausentes en el maletero, el tacto indefinido del cambio de cinco marchas (lento, con la palanca fofa), las prestaciones lineales y justas de un motor atmosférico y pequeño de gasolina, y las hectáreas de plástico que parecía plástico del habitáculo. Pero, ¿hace falta algo más para unas vacaciones en una isla?, ¿cómo me habría sentido, después de pagar una fortuna, de haber recorrido la isla en un X6 hasta arriba de extras?

Y de repente, en los últimos días de 2019, y aun sin vender el Land Cruiser, el garaje se revolucionó, hasta cambiar sustancialmente en la primera mitad de Enero de 2020. Los detalles y las consecuencias las contaré en un año.


2 Responses to El parque móvil en 2019

  1. Avatar Raids 2010
    Raids 2010 says:

    ¡Habrá sorpresas cuando publique «El parque móvil en 2020»!

  2. Avatar Tucán
    Tucán says:

    Luis Carlos, alta alguna motillo…¿no? Abrazo