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Y sin embargo te quiero

El blog de Luis Carlos Alcoba

Y sin embargo
te quiero

El blog de Luis Carlos Alcoba

Más allá del lujo

Si cada vez hay más multimillonarios, para los que un coche de lujo es poco, resulta lógico que los fabricantes de coches de lujo ofrezcan productos por encima de su oferta habitual, al gusto de esos clientes.

Aunque sea una generalización, y como tal incorrecta, se suele clasificar a los fabricantes de automóviles, por la calidad y volumen de producción, en tres niveles: generalistas, “premium” y de lujo. En ese orden suben los precios y las opciones de personalización, mientras en paralelo baja la posibilidad de ver una unidad por la calle, salvo en Mónaco, Marbella o algunas calles de Londres.

Si consideramos que esos que llamamos millonarios son los compradores habituales de los vehículos de lujo, sean Ferrari, Rolls-Royce o Bugatti, está claro que aquellos que reciben la etiqueta de multimillonarios verán que esos coches les saben a poco, y piden un algo más.

Esta necesidad ha generado la aparición de departamentos específicos entre los fabricantes de vehículos de lujo. No me refiero a series limitadas de nuevos fabricantes, como el Pininfarina Battista, o a restomods basados en clásicos, como los Lancia Integrale y 037 de Maturo. Me voy a centrar en los esfuerzos por subir de nivel de quienes ya estaban en lo que era el máximo nivel.

Algunas de las posibilidades de color de carrocería que ofrece «Q by Aston Martin».

La característica común a estos departamentos es que ofrecen a los clientes diversas posibilidades, en función del presupuesto, claro, y también del tiempo y del esfuerzo que se quiera dedicar a diseñar, fabricar y poseer un vehículo único. Tanto Bentley, como Ferrari y otros, comienzan ofreciendo accesorios y personalizaciones para la gama existente; hablamos de colores de carrocería y tapicería fuera de catálogo, llantas diferentes o acabados especiales.

A continuación, muestran un segundo nivel, que consiste en modificar un modelo de serie, dentro de lo cortas que son las series de estos modelos. Nos metemos ya en el terreno de realizar total o parcialmente una carrocería específica, transformar en descapotable un coupé, o lo que se le ocurra al cliente.

Y el máximo de la oferta es diseñar algo único, basado, aunque sea lejanamente, en un vehículo que ya se fabrica, aprovechando la plataforma y el motor y el cambio, por ejemplo, o partiendo de cero. En este tercer nivel nos movemos entre las series muy limitadas que ofrece un fabricante a sus mejores clientes (sin publicidad alguna al exterior) o los modelos únicos que un cliente encarga para sí, con un acuerdo según el cual el fabricante del automóvil no hará otro igual.

Considerando el tipo de cliente al que se dirigen estos departamentos y sus costumbres, las iniciativas de las marcas se centran en poner a su servicio a sus especialistas, de cara a asesorarle en el momento de dar forma a sus sueños. Estos clientes utilizan con naturalidad los servicios de asesores de inversión, expertos en marketing, intermediarios, decoradores o asesores de imagen, y esperan recibir un apoyo similar de diseñadores, carroceros, ebanistas o cualquier otro especialista necesario para que su idea de cuatro ruedas tome forma y termine rodando.

Se suele decir que el dinero no garantiza el buen gusto, y entra dentro de lo posible que algún cliente de estos departamentos tan exquisitos llegue a demostrarlo. Ahí estará la habilidad del equipo de diseño para, educada y discretamente, reconducir esos gustos dudosos hacia un resultado que no dañe la imagen del fabricante. Por decirlo de modo suave.

Q Nueva York está junto al Hotel Four Seasons de Manhattan, …
… con todo lo necesario para haceerse un Aston Martin a medida.

Si iniciamos el repaso de las marcas que ofrecen estos servicios por orden alfabético, vemos que la primera es Aston Martin, bajo el atractivo nombre de “Q by Aston Martin”. En este caso la exclusividad arranca desde el nombre, porque Q es el nombre en clave del personaje de la serie de James Bond, siempre asociado a Aston Martin, que idea y fabrica los inventos necesarios para asegurar el éxito de las misiones de 007.

Como en el resto de los fabricantes que ofrecen estas opciones que van más allá del lujo, la comunicación de “Q by Aston Martin” se desarrolla en ese inglés elaborado y exquisito que suena de maravilla en el original, y entra dentro de lo recargado y hasta cursi al traducirse al español. Por ejemplo, se habla de que Q “desafía la percepción de lo posible. Empuja las fronteras de la personalización de los vehículos de lujo. Crea un Aston Martin único que es más que un coche”.

Palabras al margen, el máximo nivel que se ofrece es “Q Commission”, así, con muchas “m” y muchas “s”, “reservado en exclusiva para nuestros clientes más creativos y ambiciosos”. Las posibilidades del cliente, junto al equipo de diseño de la marca, crean un Aston Martin único.

Uno de los lugares físicos en los que se materializan estas ideas es Q Nueva York, “la primera tienda insignia de ultra-lujo para traer a Norteamérica los más altos niveles de “Q by Aston Martin”, el servicio a medida de mejora de vehículos”. Ubicada en Manhattan, junto al Hotel Four Seasons, es donde “Saville Row se cruza con Park Avenue”, una buena manera de tender puentes en una frase entre lo más exquisito de Londres y de Nueva York: Saville Row es la calle de Londres en la que tienen o tenían sus tiendas los mejores sastres para caballeros (y donde obviamente se los hacían a James Bond) y en Park Avenue se concentran las viviendas, tiendas y restaurantes de los más adinerados de Manhattan.

Madera y diferentes colores de cuero y bordado. Es Mulliner, de Bentley.
Un interior a medida para un cliente con buen gusto, en un Bentley Continental GT.

Bentley se fundó en el siglo XVI como empresa dedicada fundamentalmente a fabricar lujosos coches de caballos. Cuando arrancó la industria del automóvil, la mayoría de los vehículos se entregaban como chasis sin carrozar, y el cliente escogía quien le elaborase una carrocería a su gusto. Este fue el origen de muchos de los carroceros italianos, y lo que hizo que Mulliner ampliara su actividad a ese nuevo sector que entonces se llamaba “carruajes sin caballos”. En 1923 presentó su primera carrocería para Bentley, en 1959 pasó a ser propiedad del fabricante, y en la actualidad su nombre se emplea para los nombrar los trabajos a medida.

La oferta arranca con “Curated by Mulliner”, una lista de personalizaciones disponibles para el Bentayga de carrocería larga, los Continental GT y GTC, y la berlina Flying Spur. Permite detalles tan exquisitos como que el logo de Bentley en el centro de las llantas se sitúe siempre en posición horizontal, los ochenta colores a escoger para la carrocería, o los catorce para la iluminación interior.

El siguiente nivel es “Bespoke”, con modificaciones mayores sobre la gama existente. Hablamos, por ejemplo, de interiores elaborados con chapados en piedra cortada con láser de una décima de milímetro de espesor, o en madera de piano, o mandos de tiradores chapados en oro. En ocasiones “Bespoke” lanza series limitadas, como las diez unidades de Bentayga bajo la denominación Bentley Equestrian Collection.

Si el cliente busco algo realmente único, se recurre a “Mulliner Coachbuilt”, que elabora modelos exclusivos (“one-offs”) o series cortas para clientes conocidos. Por ejemplo, se fabricaron nada más que 18 unidades de Bentley Batur, o doce del Bakalar, todas personalizadas, de modo que no había dos iguales.

Bugatti Brouillard, unidad única fabricada para un coleccionista de todo lo que lleva el nombre de Bugatti.
Bugatti «57 One of one», en recuerdo del Bugatti Type 57 SC Atlantic.

Incluso un fabricante de lujo extremo como Bugatti tiene clientes que piden un algo más, porque una gama con precios que siempre tienen siete dígitos se les puede quedar corta.

Si el cliente quiere modificar un Bugatti de serie, recurre a “Programme Solitaire”, que le permite ajustar el vehículo a su gusto más allá de la oferta existente. Son siempre modelos únicos, con posibilidad de modificaciones de carrocería, además de las habituales de colores de exterior e interior, llantas y acabados.

La primera unidad de este “Programme Solitaire” es el Brouillard, un encargo de un cliente que no solo colecciona vehículos Bugatti clásicos y actuales, también atesora los muebles que diseñaba Carlo Bugatti y las esculturas de Rembrandt Bugatti. Carlo Bugatti fue el padre de Ettore, el creador de la marca de automóviles, y Rembrandt uno de sus hermanos, que se consagró como escultor.

La pasión de este cliente por la familia Bugatti le llevó a bautizar su coche único con el nombre del caballo favorito de Ettore: Brouillard era un pura sangre moteado, en cuya musculatura los diseñadores se inspiraron para desarrollar la carrocería del coche.

Y por encima del “Programme Solitaire” está “Bugatti Sur Mesure” (“Bugatti a medida”), que elabora modelos únicos que requieren modificaciones más profundas sobre la gama de serie. El primer fruto de “Bugatti Sur Mesure” es el encargo de un cliente que quería un Chiron que homenajeara al modelo Type 57 SC Atlantic de hace ahora noventa años. El resultado se llama Bugatti “57 One of One”, y emplea el color de carrocería del Atlantic, con el pliegue que la recorre longitudinalmente, el mismo tono del tapizado y mil detalles más.

La artesanía de Ferrari «Tailor Made»: a la izquierda los medios, …
… y a la derecha los resultados.

Obviamente Ferrari no podía dejar de prestar este servicio que, sin darle publicidad, lleva realizando hace tiempo. Un ejemplo antiguo es el modelo único que hace años fabricó para Eric Clapton.

También desde Maranello se estructura la oferta en tres niveles, empezando con “Genuine”, la gama de accesorios originales que permite un primer nivel de personalización.

Si los accesorios y las muchas opciones del configurador no son suficientes, se entra en “Ferrari Atelier”, “un estudio especial donde todos los clientes pueden crear coches aún más afines a sus gustos personales. Diseñado para que los clientes sean el centro de la atención, el Atelier es un espacio muy exclusivo y sofisticado, donde nuestros clientes pueden crear el coche de sus sueños con el asesoramiento de un equipo de expertos”.

Y por último se llega a “Ferrari Tailor Made”, “el programa exclusivo para aquellos clientes que quieran personalizar su automóvil a medida, convirtiéndolo en un coche único. Número limitado de compradores, cada uno de ellos ayudado por un equipo de expertos con un diseñador personal a la cabeza; el objetivo del equipo es garantizar un resultado único y coherente con la tradición y la reputación de Ferrari».

Llegado a este nivel, el cliente se desplaza a cualquiera de los centros Tailor Made, sea el de Maranello, o las filiales de Shangai o Nueva York, donde trabaja junto al diseñador para definir su coche. Básicamente se le proponen tres líneas de actuación, dependiendo de si persigue una línea más deportiva (Colección Scuderia), busca reproducir aspectos de modelos anteriores (Colección Classica) o quiere algo diferente y más avanzado (Colección Inedita).

El primer trabajo de Gordon Murray Special Vehicles es el Le Mans GTR, …
… en recuerdo de los coches «cola larga» que corren en Le Mans.

Hasta unos años, Gordon Murray habría pasado a la historia de la ingeniería del automóvil por haber diseñado coches que ganaron campeonatos de Fórmula 1 y las 24 de Le Mans y aportaron novedades tecnológicas, y también por ser el padre del que para muchos es el mejor deportivo de todos los tiempos, el McLaren F1.

Solo que fundó su propia empresa, Gordon Murray Automotive (GMA), y volvió a marcar el camino de los deportivos sin compromisos. No contento con ello, en este otoño de 2025 ha anunciado la aparición de Gordon Murray Special Vehicles (GMSV), una empresa paralela a GMA para aquellos para los que un T.50 o T.33, con sus precios de siete dígitos antes de impuestos, se queda corto.

También en GMSV la oferta se dispone en tres posibilidades, aunque no por complejidad o presupuesto. La primera es “Heritage”, y se encarga de volver a fabricar o de adaptar a la actualidad vehículos previamente diseñados por Gordon Murray. El segundo apartado se llama “Special Vehicles”, y se centra en series de bajo volumen y edición limitada, fuera de la gama de GMA. El primer trabajo ya está en marcha bajo el nombre de Le Mans GTR. Se inspira en los deportivos de los ’50 y ’60 y en la debilidad de Gordon Murray por los coches “cola larga” que corren en Le Mans, esos que alargan sus carrocerías por detrás para aumentar la estabilidad a alta velocidad. Se va a fabricar 24 unidades, una por cada hora de la carrera. Estaban todas vendidas antes de presentarse públicamente, y cada cliente personalizará la suya, por lo que no habrá dos iguales. Parte de un bastidor de carbono y unas suspensiones diferentes a los de los modelos de GMA, aunque mantiene una característica habitual en los coches de Murray: la posición de conducción central, como en los monoplazas. Las entregas se iniciarán en 2026.

¿Es el McLaren F1 el mejor deportivo de todos los tiempos? Con la llegada del GMSV «Special One Le Mans» hay quien empieza a dudar.

Y la tercera rama de GMSV, aun más exquisita, se centra en vehículos únicos o de serie muy limitada, ya sea con plataforma específica o compartida con algún modelo de la gama de GMA.

El primer encargo es el S1 LM (“Special One Le Mans”), del que un único cliente ha encargado el diseño y fabricación de cinco unidades, aunque ya tiene en casa dos del T.50. El bastidor es específico, mantiene la posición central de conducción, será matriculable, y supone un obvio homenaje al McLaren F1 GTR que ganó las 24 Horas de Le Mans en 1995. El motor es el V12 atmosférico de GMA, solo que llevado hasta 4.300 cc., en lugar de los 3.900 cc de los demás, incluido el Le Mans GTR.

Para subrayar el homenaje al McLaren F1, los retrovisores exteriores se anclan a la parte superior del montante A, como en las unidades iniciales del F1.

El cliente de «Ad Personam» de Lamborghini …
… tiene donde escoger colores para la carrocería y los tapizados.

El eterno competidor de Ferrari ha bautizado a su división especial “Lamborghini Ad Personam”, así, en latín. El Estudio Ad Personam se ubica en la fábrica, en Sant’Agata Bolognese, aunque las opciones más sencillas de entre las disponibles se pueden escoger en los concesionarios. Para facilitar el proceso de selección por parte del cliente a la hora de configurar su coche, se combina lo físico con la simulación digital, en lo que ahora se denomina experiencia «phygital”.

En paralelo a los modelos únicos (“one-off” en la jerga del sector), Lamborghini trabaja con intensidad las series muy cortas, los llamados “few-offs”. Desde 2007 ha lanzado seis de estas series, empezando por el Reventón de 2007, al que siguieron el Sesto Elemento de 2010 y el Veneno de 2013, para continuar con el Centenario en 2017 y el Sián en 2019 , y rematar con la nueva edición del Countach, el LPI-400 de 2021. Dentro de la férrea discreción en la que se mueven los clientes de estos vehículos, se ha sabido que un coleccionista alemán, llamado Albert Spies, ha comprado una unidad de cada uno de ellos. Así nutre su pasión por la marca, y logra que no estén solos en el garaje el Countach LP400S de 1979, el Miura SV y el Silhouette que ya tenía. Por supuesto, el Countach del ’79 está en impecable estado de marcha tras haber sido restaurado en la fábrica por Lamborghini Polo Storico.

Hace años que McLaren fundó MSO (“McLaren Special Operations”), en principio solo para encargarse del mantenimiento y puesta al día de los McLaren F1. Luego evolucionó para afrontar cualquier trabajo en los McLaren de calle o de competición, fueran mantenimientos, reparaciones o mejoras. Posteriormente amplió su actividad y se convirtió también en fabricante de coches a medida. Admiten, claro, desde modificaciones por encargo en vehículos de la gama existente, a modelos únicos. Un ejemplo es el McLaren Sabre, del que se fabricaron unas pocas unidades para un grupo de clientes de EE.UU.

La leyenda dice (y el configurador de la web de McLaren Automotive lo confirma) que el color rojo tradicional de los Ferrari no está disponible en el catálogo de la marca. Una vez que un cliente quería añadir un McLaren a su colección de coches “todos rojos”, no mencionemos la marca, tuvo que recurrir a los servicios de MSO para que se lo pintaran en el color del resto de sus coches.

McLaren lanzó MSO («McLaren Special Operations») para hacer preciosidades como ésta.

 

Roll Royce «La Rose Noire»: cuatro años de trabajo, …
… y una labor de ebanistería formada por 1.603 piezas de arce negro.

Por supuesto Rolls-Royce no podía faltar en esta lista de vehículos más allá de lo exclusivo. A las muchas posibilidades de personalización de los modelos de su catálogo, se añade lo que ofrece su departamento “Bespoke”, que elabora series cortas para clientes escogidos, a la vez que admite encargos especiales. Y aun por encima de ese nivel existe otro, solo por invitación de la marca, que consiste en crear, de modo conjunto con el cliente, un modelo único a medida.

Aunque muchas de estas unidades se elaboran y entregan de modo confidencial, algunas se hacen públicas, como el denominado “La Rose Noire” (la rosa negra, en francés), que llevó cuatro años de trabajo y arrancó por la adoración que la matriarca de la familia propietaria tiene por esa flor.

El resultado es un descapotable de dos plazas con techo duro, lo que le convierte en un coupé, con unas líneas de carrocería tan limpias que ocultan sus verdaderas dimensiones: 5,3 metros de largo y 2 de ancho.

Cualquier detalle del vehículo que se analice conduce a la admiración: la decoración en rojo, negro y gris de la cubierta trasera, el cuadro de mandos y el interior de las puertas es un trabajo de ebanistería formado por 1.603 piezas de chapado de arce negro. Otras piezas en rojo y diferentes tonos de gris recrean la sensación de los pétalos de rosa negra cayendo alrededor del conductor y de su acompañante. El montaje requería de tal nivel de concentración, que el artesano encargado del trabajo lo elaboraba en turnos de una hora, y no más de cinco horas al día. Pasó semanas en una zona acústicamente aislada de la fábrica para no tener distracciones. En total, el trabajo de ebanistería necesitó casi dos años de desarrollo y más de nueve meses de artesanía impecable.

Tampoco la carrocería se queda atrás. El color exterior es único, se llama “True Love” y reproduce las tonalidades de una rosa negra. Se consiguió con una capa de color específico, a las que siguieron cinco capas de laca, cada una mezclada con un tono de rojo diferente.

Llegados a este punto de la descripción, se echa de menos hablar de los precios de estos vehículos únicos, y es lógico, porque no se revelan. No es sólo que dependan de la cantidad y el coste de las modificaciones, o de las horas de trabajo necesarias; por encima de ello está la discreción acordada entre cliente y fabricante. Lo más preciso que se ha comentado últimamente son las palabras de Dario Franchitti, de GMSV, en las que solo decía que una unidad del Special One Le Mans de GMSV cuesta “varias veces” lo que un GMA T.50. Que está por encima de los dos millones de libras esterlinas antes de impuestos. Unas semanas después, ese único cliente que había encargado las cinco unidades previstas ponía a la venta la primera en una subasta de RM Sotheby’s en Las Vegas, y la puja se cerraba en 20.630.000 dólares estadounidenses. Sintámonos pobres.

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