Por supuesto que no tenía en mente que en 2023 se cumplen cien años de la primera moto BMW. Esa fue una de las sorpresas que incluía el correo electrónico que el pasado mes de Enero de 2020 me envió un conocido. El texto empezaba por ahí, por el centenario, y continuaba contándome que había decidido escribir y editar un libro conmemorativo, uno de esos que tanto me gustan, con formato grande, tapas duras, papel bueno y muchas fotos, de los que se leen con detenimiento y se consultan con frecuencia.
Tengo en casa unos cuantos de este tipo que compré ilusionado, leí con interés y repaso de vez en cuando, y de algunos he hablado en este blog: la historia de Aston Martin contada por Ulrich Bez (lo compré en la librería que hay frente a la entrada antigua de la fábrica Ferrari en Maranello), la trilogía de Paolo Tuminelli (conseguida en baratillos), y los del Toyota 2000 GT (me hice con él en el museo de Toyota en Japón) y el McLaren F1 (localizado en una librería de Sidney o Melbourne, no lo recuerdo bien).
El correo me proponía que escribiera la parte técnica del libro. En concreto, un resumen de los avances técnicos de las motos BMW en cada una de las diez décadas.
Los nombres de los otros dos autores del libro eran a la vez un seguro de éxito y una motivación para estar al nivel. El primero, quien lo promovía y me lo proponía era Gustavo Cuervo, profesional de montar en moto, si se permite la expresión: Gustavo pilota las motos que llevan las cámaras de las vueltas ciclistas o los maratones de las cinco últimas olimpiadas, y organiza viajes en moto por todo el mundo. Y lo de todo el mundo no es una frase hecha, es una expresión geográficamente precisa. El otro autor iba a ser Juan Pedro de la Torre, probablemente el periodista más respetado y documentado en el campo de las competiciones en moto en España. Aunque podría poner ejemplos variados para demostrarlo, prefiero hacerlo con una anécdota: Angel Nieto se retiró de la competición como piloto y siguió ligado al Mundial como jefe de equipo o comentarista de televisión, con lo que supone de tertulias en los circuitos al caer la tarde. Cuando en una de esas charlas informales salía una duda del tipo de si Angel terminó segundo o tercero en el G.P. de Alemania de 125 cc de, digamos, 1978, el Maestro zanjaba la discusión sacando el móvil, marcando el número de Juan Pedro y preguntando, con su acento castizo: “Jotapé, ¿cómo acabé en Alemania en el ’78 con la 125?” Y Juan Pedro le recordaba al Maestro que ganó con la Minarelli por delante de Thierry Espié, un rato después de hacer segundo en 50 cc con la Bultaco por detrás de Tormo. Y que se corrió en el antiguo Nürburgring.
Sentí a la vez alegría por el ofrecimiento, vértigo por la responsabilidad e ilusión ante la posibilidad de añadir otro libro a mi estantería, solo que esta vez con mi nombre en la cubierta. Estaba dándole vueltas más que a la posibilidad de aceptar la oferta, a de dónde iba a sacar el tiempo necesario para documentarme y redactar, cuando el mundo se paró: el coronavirus nos iba a encerrar en casa durante un tiempo indefinido y, repentinamente, aparecieron ante mí las horas necesarias para documentar y escribir cien años de historia.
Lo primero fue localizar las fuentes de información, un punto delicado en la era de Internet, donde se publica de todo sin contrastar, y rato después media docena de webs lo han copiado. Por ello basé los datos de los primeros años en un curioso libro que me regalaron nada menos que en Junio de 1984, una historia no oficial de BMW titulada “Libertad sobre dos ruedas. BMW. Carácter de una marca de motocicletas”, escrito por Gerold Lingnau, economista y redactor de motor del Frankfunter Allgemeine Zeitung. Me resultó útil por el añadido de sinceridad al no ser una historia oficial, y por lo detallado de los índices de nombres y modelos.
El archivo oficial de BMW y su página de prensa resultaron prácticos porque incluyen fotografías antiguas o muy antiguas, además de dossieres de prensa llenos de detalles interesante.
Para los modelos más actuales y sus interioridades técnicas fueron ilustrativos los artículos de Kevin Cameron en las revistas estadounidenses, especialmente porque Cameron no copia esos dossieres de prensa, si no que pregunta los porqués a los ingenieros que han diseñado las motos.
Por último, el descubrimiento de cara a organizar la cronología y las fichas técnicas por modelos fue una oscura página web que, bajo el nombre www.bmbikes.co.uk/bmwmodels.htm, ofrece un filón de datos en forma de cientos de fichas técnicas, en las que no fui capaz de encontrar una sola incorrección.
Con todo esto, dediqué las primeras semanas de documentación y confinamiento a elaborar un listado de modelos y sus principales características técnicas, que me permitiera estructurar un capítulo por década. Y para coordinar el trabajo con Gustavo y Juan Pedro, recurrimos a las reuniones digitales, de las que salió un planillo del libro que iba evolucionando según avanzábamos en las labores de documentación.
Terminado el confinamiento de la primavera celebramos nuestra primera y única reunión en persona, en la que decidimos lanzar el libro precisamente para estas fechas, la Navidad de 2020 a 2021. Eso suponía terminar de entregar textos a finales de Septiembre, lo que no significaba nada grave: el coronavirus había eliminado de nuestras vidas tanto los atascos para ir a trabajar como los viajes de ocio, y todo ello despejaba las muchas horas necesarias para redactar y escoger fotos.
Elaboramos entre los tres un pequeño libro de estilo, decidimos añadir un capítulo para la técnica de la inolvidable BMW R 75, conocida como “Guerra”, y el verano pasó escribiendo según el índice final, que incluía el número de páginas de cada capítulo, y seleccionando fotos de entre las muchísimas disponibles.
Poco después llegaron las primeras maquetas del excelente diseño de Javier Jiménez de Molina, un diseñador gráfico que supo entender el concepto a transmitir por ser motorista, una propuesta de portada que se quedó en proyecto y la portada final . Y cuando me quise dar cuenta, el libro salía de la imprenta, se convocaba una rueda de prensa (digital, claro) y una charla (en Facebook) para presentarlo a los medios de comunicación primero y al público en general después.
Qué sensación más agradable charlar de nuevo con algunos colegas de la prensa del Mundial de los ’90, hablando en esta ocasión de motos BMW antiguas y actuales, y volver al eterno tema de los vehículos con carácter y los modernos.
Cuando finalmente tuve el libro físico en mis manos, las sensaciones fueron variadas. Por un lado, el orgullo del trabajo bien hecho y la satisfacción del deber cumplido; por otro la humildad, que me impedía ubicarlo entre aquellos otros libros que había tomado como referencia. Leerlo me llevó, claro, a descubrir algún error y unos cuantos lugares de posibles mejoras; me lo guardo todo ello para una posible segunda edición. Y una vez leído, y acompañado de la modestia, lo he colocado en la estantería en la zona de libros con formato grande, tapas duras, papel bueno y muchas fotos, de los que se leen con detenimiento y se consultan con frecuencia, justo entre la historia del Land Cruiser y la autobiografía de Ulrich Bez.